4.2.11

emigra / prorrumpe / o se va

foto: pol neiman

Amanecía y tenías la canción más bella de los lavaderos. Del color del patio de los emigrantes. No nos salvamos sin quien cante o cuente decíamos. Entonces sí; teníamos la voz de los ancestros.

*

Un poeta venera el aullido de sus lobos. Así como un pintor mutila sin piedad las sobras de su cuerpo. O un músico restituye el prestigio del silencio. Hay artistas que de tan salvajes, lloran el rocío sobre las cortes.

*

Por la tarde, no te hallaba en los portarretratos. Y suelo faltar en los espejos. Destemplados, tuvimos galas en el bosque.

*

Al final ¿de qué serviría una deidad que no priorice la pasión a las prisiones una mujer sin labios una mirada sin salvajismo un profeta sin espada un amigo sin desesperación un hombre sin cicatrices?

5 comentarios:

Karol Arcique dijo...

¿Para que salvarnos entonces?

CALÉNDULA MARAVILLA dijo...

un hombre sin cicatrices no creo que escriba esta poesía...
saludos, encantada de leer te

Verónica E. Díaz M. dijo...

"Y suelo faltar en los espejos". Yo a veces no encuentro mis huellas.

Abrazos

natalia dijo...

y también venera la grieta,
por donde sale entrando el destino
y la mano que tapa
la grieta
el detino
la mano

Carol Love dijo...

Bellezas, muñecas prendidas en alfileres.

Un placer encontrarlas