12.2.10

construcción de un cuerpo


IMAGEN: ROBERT FRANK


en el principio era el caos, etc.

profanar el cielo con una mirada era un precio demasiado alto.
pero estaban los versículos y todo lo demás.

porque en el principio La Mente habitaba una única dimensión, extasiada de sí misma, era nada y eterna y esa información infinita e imparcial no la comprometía con el acierto o el error.
era calma sin espera.

pero la aparición del cuerpo inscribía el tiempo, tanto el ansia de perpetuarse como una inevitable cuenta regresiva.
había un tiempo, es decir un principio y la promesa implícita de una duración.

cada organismo lleva en si el código secreto de su aniquilación. y cada nacimiento consciente, no hace mucho más que iniciar su autodestrucción. no hay sistema que no colapse bajo este sol.

nacer en un pensamiento exhausto, como la consumación de algo más grande. nacer en el sueño de otro, ser soñado hasta el agotamiento. pronto la mente pide labios e indaga:

¿qué alfabetos conjuraran este miedo, que gramática podrá nombrarme?


1 comentario:

meridiana dijo...

Caos que había que dominar con un logos .Como decís, un tiempo, el hillo tempore, aquello que en la biblia dice "lo que fue siempre será".

en ese "había" se esconde mucho más que miedo, la poesía intenta desde algún lugar conjurarlo, puede? está llamada a colapsar ella misma? es la cuerda del equilibrista?

un abrazo

Lilián