6.3.11

fugar con juego

foto:pol neiman

Cuando amaneció me puse una manta que traje de Noruega sobre el pecho. Y la apreté fuerte allí.

Pienso en tu prodigalidad, en tu libertad para producir ficciones. Una mujer es lo que finge — me escribió antaño una dama que ensoñara las mañanas. Y sé que le robamos algo a todas las vidas que no conocieron la pasión.

Pienso también en lo ingrávido de la presencia. En la necesidad de faltar, como destino natural de quien escribe. Decir todo rápido y callar lo antes posible. Si yo no soy inocente o vos sos injusta construyendo.

Destinos ingrávidos. Quiero ser restos de shampoo que bajan por tu espalda y no mucho más que eso. Lo hecho, hecho está. Ahora quiero sorprenderme.

Bueno, eso, básicamente. Puse una manta contra mi pecho en la mañana. Pensé con admiración en tu libertad para producir ficciones. Y salí a caminar a cualquier lugar que fuera lejos.

Un resto de shampoo entraba en tu paleta de colores.
Y no sabia que iba a llover.

3 comentarios:

Karol Arcique dijo...

Hoy sinceramente no se que comentar, supongo que un silencio es mejor...

abrazos

natalia dijo...

Hermoso poema

Anónimo dijo...

Bellisimo ... y no mucho más que eso.