23.6.09

pasajeros

foto: thomas barney

viajando en el subterráneo LINEA D, una chica atrae mi atención. lee la ANTIGONA de SOFOCLES. no tan fiel a mi deseo, yo hojeo un libro de divulgación ciéntífica...
entonces comprendo:
tres (3) flechas deben coincidir para nuestra común percepción del tiempo y la vida. a saber:
1.la primera, es la flecha psicológica: marca el tiempo lineal en nuestra vida cotidiana: del pasado hacia el futuro. el horror de vivir en lo sucesivo según un verso de Borges.
2.la segunda, es la flecha termodinámica: el agua baja de los lugares más altos a los más bajos, no a la inversa. la energía fluye en una sola dirección.
3.la tercera, es la flecha cosmológica: el Universo, que surgió de un punto se expande sin cesar.
de pronto, la bella lectora de SOFOCLES, baja en una estación, rumbo a los universos paralelos.
ahora bien,
qué ocurriría si una de las tres flechas descriptas invirtiera su dirección?


tribulaciones del escritor / héctor murena / cuerpos en la poesía /

NUEVOS !: ernesto cardenal / ENCUESTA

11 comentarios:

Ale× dijo...

el sentido no tiene dirección

Verónica E. Díaz M. dijo...

Buena pregunta... como siempre... si no paso más tarde fue que no hice la tarea... por si acaso te dejo abrazos

Javier Galarza dijo...

ALE
En verdad la dirección tampoco tiene sentido.
Pero recordar el futuro jaquea.
Aún si todo viaje es hacia ningún lugar.

VERONIKA
No se le pide tarea a usted, que esto no es un acertijo; tal vez me quedé con ganas de aconsejarle a la jovencita LAS BACANTES de Eurípides, ya no recuerdo en qué Universo, pues las combinaciones en las líneas de subterráneos nos hacen más anónimos, aún.

meridiana dijo...

Imposible determinarlo. El universo funciona con el principio de incertidumbre, Heisenberg dixit...

saludos!

Liliana

Javier Galarza dijo...

Así es, Lili, estamos jugados, no sé si por los dados de Dios o por los de Mallarmé. Einstein dijo, en un célebre postulado: "Dios no juega a los dados". Años más tarde, Stephen Hawking, el gran genio cuadrapléjico, teorizando sobre los agujeros negros replicó: "Dios no sólo juega a los dados, sino que a veces también los arroja hacia donde no los podemos ver". Y Woody Allen nos acotó: "Dios no juega a los dados... pero juega a las escondidas... "

El Toro de Barro editorial dijo...

Querido amigo: Se te ha olvidado el oficio del salmón. La voluntad de imponerse a las fuerzas contra las que no se puede combatir sin que algo talle una cicatriz en la pata de palo del alma. También así se puede confluir con alguien, incluso navegar con alguien -tan distinto- sobre un cauce común...

meridiana dijo...

Pienso en la primera flecha Javier, que llevada a su inversa, del futuro al pasado, no haría cambiar la frase: "el horror de vivir".

Algo así como un punto de repetición, el eterno retorno. muchas veces he pensado que el verdadero infierno es ese, ir una y otra vez hacia el momento que pasó, no future for ever. hay una peli, de esas clase Z como me gustan a mí, que tiene ese argumento pero no recuerdo el nombre.

y me da que esto que estoy escribiendo ya lo escribí y que hoy 29 tiene una connotación especial, sea que estamos atrapados en un extraño tiempo...

un abrazo

Lilián

Javier Galarza dijo...

TORO DE BARRO:
Gracias amigo por recordarnos el oficio del salmón, por las confluencias
y por tu bella reflexión.

Eh, LILIAN, no me deconstruya así…
Con respecto a lo que me dice, referido a cómo inventar un candidato, ahí tiene: TODA REALIDAD ES VIRTUAL.
Cuánta razón tenía Warhol cuando anunció los quince minutos de fama para todo el mundo.
Big brother y big blogger con una dosis de TV fabricando un candidato…
Por las dudas yo publiqué mi propia ENCUESTA.

La Anacoreta dijo...

He notado que a medida que uno se va mudando para vivir más cerca de la capital federal va aumentando el sinismo, sin embargo tenes mucha gracia para describirlo.

pax et bonum

Morgan dijo...

Qué inmenso entrar a un blog y ver entre etiquetes a Onetti y Cohen juntos. Lo agendo ahora mismo. Gracias y gracias.

Pol dijo...

Lo más probable es que terminarían en la cama.
Benditas flechas.